El canciller, Bruno Rodríguez, sostuvo que el despliegue militar de EE.UU. en esa zona es una amenaza a la estabilidad regional y denunció que no está destinado a enfrentar organizaciones criminales, sino a destruir al proceso bolivariano. En este sentido, apeló “al pueblo de Estados Unidos para detener esta locura” y condenó el cierre del espacio aéreo sobre el territorio venezolano ordenado por Washington.
Con su prepotencia habitual, Donald Trump, anunció este fin de semana que el espacio aéreo de la República Bolivariana debe considerarse “totalmente cerrado”, en una declaración dirigida a gobiernos, aerolíneas y pilotos que por su carácter de abierta amenaza provocó un grave impacto en el tráfico aéreo hacia la República Bolivariana, lo que refuerza el bloqueo que ilegal e ilegítimamente perpetra Estados Unidos.
Sobre esta nueva injerencia imperialista, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, expresó que “constituye una gravísima amenaza al Derecho Internacional y un incremento de la escalada de la agresión militar y la guerra psicológica contra el pueblo y el gobierno venezolanos, con consecuencias incalculables e impredecibles para la paz, la seguridad y la estabilidad en América Latina y el Caribe”. Lo hizo desde su cuenta en la red social X, desde donde también llamó “a la comunidad internacional y a los pueblos del mundo a denunciar el preludio de un ataque ilegítimo"
Al respecto, su par venezolano,Yván Gil, manifestó que “Venezuela denuncia y condena la amenaza colonialista que pretende afectar la soberanía de su espacio aéreo, una nueva agresión extravagante, ilegal e injustificada contra el pueblo de Venezuela” y sostuvo que tal medida constituye “un acto hostil, unilateral y arbitrario, incompatible con los principios más elementales del Derecho Internacional y que se inscribe en una política permanente de agresión contra nuestro país, con pretensiones coloniales sobre nuestra región de América Latina”.

En este marco, el canciller cubano, advirtió además que la concentración de fuerzas navales estadounidenses de alto poder destructivo en el Mar Caribe, puede desencadenar un escenario “inimaginable” de violencia e inestabilidad en el hemisferio, pero también hizo hincapié en que “el pretexto de combatir el tráfico ilegal de narcóticos es una mentira insostenible” y recalcó que tal despliegue militar no se destina a enfrentar organizaciones criminales, sino a destruir el proceso bolivariano mediante la fuerza y reiteró el pleno apoyo de su país al gobierno venezolano.
“El gobierno de EEUU podría causar un número incalculable de muertes y crear un escenario de violencia e inestabilidad en el hemisferio que sería inimaginable”, puntualizó el dirigente de la Revolución Cubana en alusión a la Operación Lanza del Sur que encabeza el portaaviones USS Gerald Ford, el más grande del mundo. De modo tal que acusó al gobierno de Donald Trump, principalmente al secretario de Estado, Marco Rubio, de promover una estrategia orientada al derrocamiento violento del presidente Nicolás Maduro, algo que constituiría un crimen internacional de primer orden. “¿Realmente alguien piensa que acompañará a los jóvenes soldados a arriesgar sus vidas en una batalla que no es de ellos? Pregúntenle si alguna vez pasó el Servicio Militar”, apuntó en referencia al secretario de Estado estadounidense, de origen cubano y con probados vínculos con el narcotráfico y la gusanera contrarrevolucionaria de Miami.
En este marco, Rodríguez destacó que ese “objetivo guerrerista” no es compartido por la mayor parte del pueblo estadounidense, tras lo que reiteró que la amenaza que representa esta escalada bélica no resuelve los muchos problemas políticos y económicos internos que atraviesaresponsable EE.UU. En esta dirección, apeló directamente “al pueblo de Estados Unidos para detener esta locura”.
Las declaraciones del titular de Relaciones Internacionales de Cuba se producen después de que la Administración Trump designara oficialmente y sin aportar prueba alguna, al presidente Maduro y a toda la plana mayor de su gobierno como integrantes de una red terrorista vinculada al Cártel de los Soles, desconocido hasta por la DEA.
Sobre este punto, por su parte, la Cancillería de la República Bolivariana calificó la medida como una “ridícula patraña” y una “infame y vil mentira para justificar una intervención ilegítima e ilegal contra Venezuela”. En tanto que la vicepresidenta Delcy Rodríguez subrayó que “si ellos de verdad quisieran combatir el narcotráfico, tendrían que irse a Ecuador y buscar ahí mismo, en la Presidencia de la República, que tiene la principal empresa de exportación de cocaína para el mundo”.
Cabe señalar que de acuerdo a a lo dispuesto a partir de esta acusación sin ningún sustento en la realidad, el gobierno federal estadounidense tiene nuevas herramientas para intensificar su campaña militar en el Mar Caribe, donde ya posee más de quince mil soldados, además de cazas F-35 y varios navíos de guerra desplegados en el contexto de la Operación Lanza del Sur que, durante las últimas semanas, hundieron una veintena de embarcaciones de pequeño porte que de acuerdo a su versión eran “narcolanchas”.
En todo caso, Washington, fiel a su costumbre imperialista, nunca aportó pruebas de semejante acusación y no explicó por qué pese a tener superioridad táctica, eligió hundirlas causando al menos 83 asesinatos, antes que interceptarlas y llevar a juicio a sus tripulantes. A su vez, Jorge Rodríguez confirmó hoy que la Asamblea Nacional Bolivariana, por él presidida, creará una comisión especial para investigar estos crímenes.
Pese a que el presidente Trump no confirmó que EE.UU. vaya a llevar adelante acciones militares sobre territorio venezolano, desde el Pentágono se dejó trascender que puede ser inminente la puesta en marcha de la segunda fase de la Operación Lanza del Sur, que podría consistir en misiones encubiertas, fronteras adentro de la República Bolivariana de Venezuela.
Mientras tanto, esta semana se supo que el gobierno de la República Dominicana autorizó a que Estados Unidos utilice sus aeropuertos internacionales de mayor capacidad, el Aeropuerto Internacional de las Américas y su base aérea en San Isidro, “como apoyo logístico” para las andanzas golpistas de los piratas del Caribe.
Tal decisión que convierte a la República Dominicana en el primer país de la región en apoyar abiertamente a Washington en su política de agresión contra Venezuela, fue confirmada en una conferencia de prensa conjunta entre el presidente dominicano Luis Abinader y el secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth. Pero esto no es todo, ya que desde principios de mes, al menos tres aviones militares estadounidenses, entre ellos uno de ataque fuertemente armado, comenzaron a realizar misiones desde el principal aeropuerto internacional de El Salvador, en una ampliación de la extraordinaria concentración de tropas de EE.UU. en el Caribe y Centroamérica. Se trata del avión de ataque AC-130J Ghostrider, que está diseñado para destruir objetivos en tierra o en mar usando misiles o descargas de sus cañones y ametralladoras que responde al Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea, una unidad que lleva a cabo misiones sensibles, tal como lo describió The New York Times, que también identificó en el aeropuerto salvadoreño a un avión de reconocimiento de la Armada y otro de la Fuerza Aérea.

En medio de este contexto de suma tensión, en Venezuela, donde más del 90 por ciento de su población está en contra de la guerra, el Poder Popular apoyado en 237 mil comités bolivarianos se sigue reforzando. Como quedó de manifiesto una vez más en la Cuarta Consulta Popular 2025 realizada el domingo 23 de noviembre, en la que con una asistencia multidudinaria a las urnas y en una jornada desarrollada con total tranquilidad que da cuenta del carácter participativo de la democracia directa venezolana; se eligieron, entre más de 36 mil propuestas elaboradas y presentadas desde las bases mismas de la sociedad, unos 10.662 proyectos comunales relativos a áreas como la vivienda, la educación, el agua y la vialidad. En simultáneo ese Poder Popular se expresa con fuerza en el masivo alistamiento de la población civil para la defensa nacional. Porque, como asegurara el Comandante Hugo Chávez, “la Revolución Bolivariana es pacífica pero armada”.