“Imaginate lo que haría por dos”, dice la canción de Ignacio Copani que cantan a dúo Milei y Caputo, cuando después de sacar las retenciones hasta el 31 de octubre, viajan a EE.UU. con el propósito de volver a endeudarnos a los argentinos para bancar un esquema de financierización tan irracional como delictivo.
“Están desesperados para conseguir dólares y por conseguir para octubre los votos que, incluso en la zona núcleo, se les vienen escapando en las elecciones provinciales como se pudo ver el 7 de septiembre”, señaló el coordinador de la Unión de Campesinos Poriajhú, Raúl Toto Galván, al referirse al anuncio que hizo en horas de la mañana el vocero de la Presidencia, Manuel Adorni, que consiste en la quita total de las retenciones para todas las exportaciones de granos hasta el 31 de octubre, en una determinación que de acuerdo a lo que explicitó, pretende “generar mayor oferta de dólares”.
Tal anuncio llega después de que durante los tres últimos días hábiles de la semana pasada, el Banco Central reventara la friolera de 1.110 millones de dólares, en su afán por sostener el precio de venta en el mercado local de la moneda estadounidense dentro de las bandas que el gobierno estableció en su acuerdo con el FMI, algo que, de todas formas, no consiguió ya que el viernes pasado en su cotización oficial en el Banco Nación se catapultó a los 1.515 pesos. Trascartón, ese mismo día, el riesgo país de Argentina, indicador publicado por la firma JP Morgan, trepó a 1473.
Con este telón de fondo, hoy el panorama de la timba global parece volver a sonreírle a Milei, quien además de viajar a EE.UU. con la promesa de que esta vez sí va a tener su foto con Donald Trump, desayunó con el anuncio hecho por Scott Bessent, que da cuenta de que el gobierno de Estados Unidos considera la adopción de diferentes formas para asistir a la Argentina, o mejor dicho al gobierno y a la timba financiera que fomenta.
Puntualmente, por medio de las redes sociales, el secretario del Tesoro yanqui aseveró que “Argentina es un aliado sistémicamente importante de EE.UU. en América Latina”, por lo que destacó que está “listo para hacer lo que sea necesario dentro de su mandato para apoyar a Argentina” y, para ello, afirmó que “todas las opciones para la estabilización están sobre la mesa”.
Queda claro que las “ayudas” estadounidenses son como las “recomendaciones” del FMI: en ambos casos nada bueno pueden traer a los trabajadores. Pero también es evidente que como versa un sabio apotegma de Arturo Jauretche: “peor que el gringo que lo compra es el criollo que lo vende”. Y de eso se trata este nuevo raid (el duodécimo) que realiza Milei a EE.UU., esta vez encabezando una delegación en la que también están su hermana, Karina “la del tres por ciento”, y el ministro de Economía y campeón de la bicicleta financiera, Luis Caputo.
“Queda demostrado, una vez más, que este gobierno ajusta para abajo y beneficia a los que más tienen”, insistió Galván y subrayó que “eso ha sido su impronta desde el principio”, por lo que “no hay posibilidad de que esta vez sea diferente: es el gobierno del ajuste a los jubilados, los discapacitados, la educación, la salud y la agricultura familiar y que no deja de beneficiar a los más ricos, como los del agronegocio”.
Los dichos del dirigente del Partido Comunista del Chaco tienen pleno sustento en la realidad concreta. Durante toda la mañana la Sociedad Rural descorchó champagne, pero fiel a su condición exigió todavía más cuando después de sostener que está de acuerdo con la determinación, su titular Nicolás Pino, demandó que esta medida que por ahora se presenta como temporal “sea permanente, porque las medidas temporales no son del todo justas”. Y añadió que “quien vendió la semana pasada se va a sentir mal hoy”.
Esta eliminación temporal de retenciones a los patrones del campo vence el 31 de octubre, lo que delata la desesperación del gobierno para evitar una devaluación aún más brusca antes de las elecciones legislativas nacionales. En este sentido, y más allá del impacto fiscal que la medida vaya a tener (que representa otra de las tantas excepciones selectivas del “dogma” del equilibrio fiscal) y del aporte que pueda hacer a cierta tranquilidad cambiaria pasajera, lo que habría que preguntarse es cuántos son los agroexportadores que están dispuestos a liquidar antes de las elecciones, en un escenario en el que propios y extraños le están diciendo al gobierno que después del 26 de octubre, sea cual fuera el resultado, no le va a quedar otra cosa que volver a devaluar, con lo que todo lo que ahora tienen encanutado en silobolsas, promete darles una rentabilidad superior.
Con el anuncio hecho por Adorni, ahora el que tiene soja puede hacer una diferencia del veintiséis por ciento, en el caso del trigo, maíz o sorgo es del 9,5 y para el girasol 5,5. Pero calculadora en mano, una devaluación similar a la de diciembre de 2023 promete una diferencia mucho mayor. De acuerdo a un reciente informe hecho por la Cámara de la Industria Aceitera, quedan aún alrededor de 9.300 millones de dólares sin liquidar de la vieja cosecha.
Lo peor no pasó
“Esto no deja nada favorable para el pequeño y mediano productor”, insistió Galván y aseveró que la quita temporal de retenciones sólo “beneficia a los que acumulan las cosechas especulando con el precio del dólar”, por lo que hizo hincapié en que “no me sorprende que hayan tomado esta decisión ante la necesidad que tienen por conseguir dólares”, ya que denunció “la economía del país y las variables financieras al gobierno se le están yendo al diablo”.
Así las cosas, Galván advirtió que “hay que esperar lo peor para después de octubre, porque se va a venir una devaluación” y sin dudarlo trazó un panorama sombrío cuando aseveró que “en muchos sentidos, esto es como una olla a presión que están queriendo aguantar para llegar a las elecciones y, lamentablemente, quienes vamos a acabar pagando las consecuencias de todo eso, como siempre, somos el pueblo”.
Pero también fue claro cuando sostuvo que “ante esta situación deberían poner las barbas en remojo los que aspiran a suceder a Milei en el gobierno, porque el panorama que va a dejar cuando se vaya va a ser terrible”, algo que “va a demandar la adopción de medidas rápidas y contundentes, porque si la situación financiera es terrible, la situación social es aún peor”.
¿Pero cómo impactaría otra devaluación como la de diciembre de 2023 en las economías regionales y específicamente entre el campesinado empobrecido? “Para las economías regionales y el pueblo trabajador en general, va a ser un desastre peor que en el que actualmente debemos sobrevivir”, aseguró Galván y remarcó que “sería catastrófico para nuestras economías y nuestro pueblo, para todos los trabajadores del campo y la ciudad”, ya que “a diferencia de aquella vez, la devaluación ahora llegaría con las jubilaciones y salarios mucho más pisoteados y en medio de una desocupación y precarización laboral extrema”.
Por ese camino está transitando la Presidencia Milei. Y esa hoja de ruta explica la agenda que en estos momentos el mandatario está desarrollando en Estados Unidos, donde además de suplicar que lo dejen volver a endeudarnos a todos los argentinos para sostener la timba financiera de los amigotes de Caputo, no se descarta que tenga una reunión con la titular gerente del FMI, Kristalina Georgieva, que en la primera mitad de este año ya posó con una motosierra como prendedor y llamó votar a los candidatos de LLA.
En este punto, vale recordar que más allá de los esfuerzos discursivos que hacen desde la Rosada y las bocas de expendio massmediáticas que le son afines, lo cierto es que habrá que estar muy atentos para poder escudriñar de qué va la contraprestación que Mieli ofrece a cambio de que el tándem Trump-Bessent mueva los hilos necesarios para que, al menos una parte del Fondo de Estabilización del Tesoro estadounidense, sea destinado a ayudar al mejor lacayo que Washington consiguió en nuestra región.
“Va a pedir treinta mil millones de de dólares para volver a endeudarnos”, denunció Galván y resaltó que “se sigue acumulando deuda que, cuando los Milei y los Caputo se vayan, vamos a tener que seguir pagando, a menos que quien esté al frente del gobierno tome la decisión política de gobernar para el lado del pueblo”, algo que “es imposible hacer si se sigue pagando una deuda que a todas luces es fraudulenta, ilegítima e ilegal”.
De ahí que después de reiterar que “lo que está pasando es sumamente grave”, el titular de los Poriajhú remarcara que “vamos a tener que prepararnos para seguir la lucha después de estas elecciones”. Y tras añadir que “esto se va a seguir profundizando”, advirtió que “tal como van las cosas, va a acabar explotando todo por algún lado, porque ya no se aguanta más; estamos todos en la lona, los campesinos y pequeños productores pasamos por una situación muy jodida como nunca antes, no hay un peso en la calle, el comercio está muerto, la gente se queda sin trabajo y vemos a buena parte de la oposición política que reacciona tibiamente y a un movimiento sindical que no acaba de decidirse a confrontar”. Para finalizar señaló que “si vuelven a endeudarnos, va a ser el momento para que esa oposición política y el movimiento sindical en su conjunto deba dar un paso para decir basta”.