Con motivo del 76 aniversario del triunfo de la Revolución China y de la fundación de la República Popular, a cumplirse el primero de octubre, la embajada de ese país llevó a cabo un acto que tuvo lugar en la sede de la Bolsa de Cereales. Estuvo presente una delegación del Partido Comunista de la Argentina.
De cara al próximo aniversario de la Revolución encabezada por el PCCh y de la fundación de la República Popular China, la embajada de ese país ante Argentina llevó a cabo un acto que tuvo lugar en la sede de la Bolsa de Cereales, en Ciudad de Buenos Aires. Hubo presencia de autoridades provinciales, entre ellas una comitiva de la provincia de Buenos Aires encabezada por su Ministro de Gobierno, Carlos Bianco, además de académicos, como el sociólogo de la UBA y miembro del Conicet Fortunato Mallimaci, y el ex embajador argentino en China Sabino Vaca Narvaja. Al evento asistieron dirigentes de buena parte del arco político, además de académicos y representantes del ámbito empresarial y educativo. Pese a las recurrentes tensiones que el gobierno de Milei, bajo las órdenes de Washington, mantiene en su relación con China, al representante de segunda línea de Cancillería enviado a hablar en el acto no le quedó más remedio que reconocer la importancia del “swap chino para la economía argentina”; un préstamo renovado por doce meses en abril de este año por el equivalente en yuanes a 5mil millones dólares, pero sin ningún condicionamiento sobre nuestra soberanía a cambio.
En representación del Secretariado Nacional del Partido Comunista de la Argentina, concurrieron su responsable de Propaganda, Emiliano Vazquez, y de Relaciones Internacionales Marcelo Rodríguez, quien destacó que “llevamos el saludo del PCA con motivo de este nuevo aniversario y en ese contexto pudimos charlar brevemente con el embajador a quien le reiteramos nuestra voluntad de continuar aportando para fortalecer los vínculos ya existentes entre nuestro partidos”.
Precisamente, al dirigirse a los presentes, el embajador de la República Popular China en Argentina, Wang Wei, recordó que “durante más de 76 años de arduos esfuerzos, cientos de millones de chinos han avanzado con determinación bajo el liderazgo del Partido Comunista de China (PCCh), recorrimos con éxito el camino del socialismo con características chinas, alcanzamos el objetivo fijado para el centenario del PCCh de construir una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos e iniciamos el proceso histórico e irreversible de la gran revitalización de toda la nación china”.
Y tras recalcar que su país mantiene su compromiso de ser el “motor del desarrollo global” para “un futuro compartido”, recordó que durante la primera mitad de este año, el PIB de China creció un 5,3 por ciento interanual, lo que le permite seguir liderando las principales economías del mundo. “Seguimos comprometidos con la apertura de alto nivel y para el año 2035 el grupo de renta media de China alcanzará las ochocientos millones de personas”, dijo Wang y añadió que “en medio de circunstancias internacionales que hoy resultan complejas, la previsibilidad de China sigue ofreciéndose al mundo con toda su fuerza y posibilidades. Y está dispuesta a reforzar su cooperación con los países del mundo para abrazar nuevas oportunidades de cara al futuro”.
Por otro lado, cuando se refirió a la cooperación bilateral sino-argentina, Wang indicó que “China ha sido durante muchos años el mayor mercado de las exportaciones agroindustriales argentinas, además de un socio comercial clave y una importante fuente de inversiones” y apuntó que por medio del swap de monedas y la cooperación científica, su país “acompaña la estabilización económica y financiera de Argentina, así como sus avances tecnológicos”. En esa dirección resaltó que la República Popular China “está dispuesta a trabajar con Argentina para seguir promoviendo la cooperación en todos los aspectos, guiada por la cooperación de alta calidad de la Iniciativa de la Franja y la Ruta”.
Queda claro que, más allá de los gestos institucionales de ocasión, esa disposición a la cooperación permanente no es recíproca ni mucho menos de parte del gobierno argentino que, alineado a los intereses del imperialismo, por ejemplo rompió con los Brics al inicio de su mandato, y menos aún lo será con la llegada de Peter Lamelas a la embajada yanqui en nuestro país, quien como se recordará afirmó que uno de los principales objetivos de su gestión iba a ser el de terminar con la “influencia maligna de China” en Argentina y la región.
Vale destacar al respecto las recientes declaraciones del vocero del Ministerio de Exteriores de la RPCh, Lin Jian, quien casi en simultáneo a la confirmación de Lamelas en su puesto de embajador-virrey, declaró que “los países latinoamericanos tienen el derecho a elegir sus lazos comerciales como mejor les convenga, sin que otras naciones les dicten qué tienen que hacer” y aseguró que “América Latina y el Caribe no son el patio trasero de nadie”.