“La opción es clara: o seguimos atados como furgón de cola y simple proveedor de recursos de un hegemón declinante o hacemos esfuerzos para incorporarnos al torrente que nos permita poner en valor desde el sur global toda nuestra potencialidad”, advirtió Jorge Kreyness en el 15º Foro sobre Socialismo Mundial organizado en Beijing por la Academia China de Ciencias Sociales.
Con la presencia del titular del Partido Comunista de la Argentina y de su secretario de Relaciones Internacionales, Jorge Alberto Kreyness y Marcelo F. Rodríguez —responsable de Relaciones Internacionales del secretariado nacional—, se lleva a cabo en la Academia de Historia de Beijín el 15º Foro sobre Socialismo Mundial. Organizado por la Academia China de Ciencias Sociales bajo el lema “Encrucijada de la historia mundial y las decisiones de los pueblos”, el foro cuenta con la presencia de noventa delegados extranjeros y más de doscientos provenientes desde diferentes puntos de la República Popular China.
En este contexto, y mientras se espera que durante los próximos días Rodríguez presente su ponencia, en la jornada inaugural expuso el secretario general del PCA. En su intervención, Kreyness destacó que el Brics, “con China como actor central, promueve y practica relaciones internacionales de cooperación y beneficio mutuo (ganar-ganar), siendo un factor clave de estabilidad en la situación internacional” y puntualizó que tal mecanismo de cooperación “es también la plataforma central para la unidad y el autofortalecimiento conjunto del Sur Global”, así como “una importante fuerza estabilizadora en el panorama internacional”.
Asimismo, recordó que durante la Cumbre de los Brics reunida en Johannesburgo durante agosto de 2023, se invitó a Argentina a integrarse “a ese club de naciones que proponen y practican relaciones internacionales de cooperación y mutuo beneficio y que resultan, además, un factor de estabilidad de la situación internacional” y añadió que esto sucedió “pese al desinterés del gobierno de Buenos Aires en ese momento, que ya había convalidado una fraudulenta deuda externa con el FMI, un organismo multilateral con ideología muy diferente a la de los mencionados Brics”.
Kreyness también enfatizó que el acuerdo, que tenía que hacerse efectivo el 1° de enero del año siguiente, se frustró a raíz de la asunción presidencial de Javier Milei, “un partidario de los enfoques económicos ultraliberales de la vetusta Escuela de Austria, admirador de Donald Trump y conspicuo participante de los encuentros del Centro de Acción Política Conservadora”. El dirigente comunista recordó que Milei, en una de sus primeras decisiones como mandatario, “rechazó la invitación de los Brics y se constituyó como un obediente subordinado y aliado de los Estados Unidos e Israel, aún en pleno genocidio contra el pueblo palestino”.
En este sentido, Kreyness reflexionó que “desde el punto de vista de la diplomacia y las relaciones, Argentina perdía de esta manera una oportunidad histórica para comenzar a romper una dependencia asfixiante con el imperio anglosajón”, por lo que “quedó atada de pies y manos a la estrategia del Salón Oval de Washington y a los designios del poder financiero de los grandes fondos de inversión globales más concentrados e incluso a los planes del Comando Sur del Pentágono de EE.UU., una estructura militar ilegal por su carácter extraterritorial”.
Así las cosas, continuó el titular del PCA, “el ciclo del fraudulento endeudamiento se ha profundizado y con él las imposiciones del FMI”, tras lo que puntualizó que “incluso ahora ha comenzado a actuar directamente y sin ambages el Tesoro de Estados Unidos, al punto de que importantes medios periodísticos afirman que su titular, Scott Bessent, personalmente, es quien dirige la economía y las finanzas del país”. Y añadió que “al menos en el caso de Argentina, de ese endeudamiento exterior no resulta salvataje alguno, como algunos dicen, sino un instrumento de sometimiento a fin de recolonizar al país y expoliar sus abundantes ventajas comparativas”.
También hizo hincapié en que “con el dominio sobre la producción agropecuaria de la pampa húmeda, y del complejo agroexportador, las corporaciones reforzarán sus posiciones en el mercado mundial de alimentos” y alertó que “por otra parte, pretenden adueñarse de la producción de litio y de tierras raras, minerales cuya demanda crece velozmente dado el desarrollo de las nuevas tecnologías”. Y fue claro al resaltar que “en el aspecto militar, anuncian la instalación de una base de submarinos en Ushuaia, lo cual les permitirá el control estratégico sobre el sur de los dos océanos y el acceso a la Antártida”.
Por todo ello, indicó que “esta nueva fase de la histórica dependencia de Argentina incrementa la hegemonía del capital extranjero sobre la estructura económica social y refuerza las ataduras al imperialismo de los Estados Unidos” y a su vez “lo fortalece en el marco de su tendencia declinante y de la disputa global entre su plan de dominación asimétrica y el proyecto en crecimiento de un futuro compartido entre todas las naciones y pueblos”. Por lo cual “no por casualidad, desde Washington se pone tan fuerte acento en desplazar la influyente y prometedora presencia de emprendimientos y distintas formas de cooperación de la República Popular China en nuestro país”.
Hacia una nueva era
En ese contexto, Kreyness puntualizó que “en las circunstancias actuales cuando el mundo gira hacia una nueva era basada en una renovada arquitectura financiera, donde cada civilización encuentre un espacio para exponer sus necesidades y estas vayan siendo resueltas en un marco de diálogo constructivo, vemos necesario insistir con la incorporación a la asociación Brics como una tarea imprescindible para el programa de un futuro gobierno transformador, democrático y popular, que atienda prioritariamente las necesidades de los trabajadores y el pueblo”.
Después subrayó que Argentina, “como Nuestra América en su conjunto, deben integrarse a este torrente que anuncia el nuevo mundo encabezado por las principales potencias emergentes, sobre todo cuando asistimos a una declarada guerra comercial con un vendaval de aranceles descargado por un imperio decadente que no escatima esfuerzos para intentar reciclarse sumiendo a muchos pueblos en la desesperación…un imperio que al tiempo que incrementa su debilidad, aumenta de modo muy riesgoso su agresividad”.
Entonces, sin dudarlo, sostuvo que “en este punto nos solidarizamos con Cuba, Venezuela, Nicaragua y Colombia, así como con todos los pueblos del Mar Caribe, incluido México ante el despliegue militar de un poderoso contingente naval militar en los límites del mar territorial venezolano”. Tras lo que destacó que “la opción es clara: o seguimos atados como furgón de cola y simple proveedor de recursos de un hegemón declinante o hacemos esfuerzos para incorporarnos al torrente que nos permita poner en valor desde el sur global toda nuestra potencialidad”.
Y puntualizó para concluir que “en este último sentido agradecemos la visión esperanzadora de la República Popular China que a pesar de las dificultades actuales para avanzar en algunos proyectos con nuestro país, sigue confiando en el potencial humano y las reservas democráticas y patrióticas de nuestro pueblo”.