Andrés Sardella es el Secretario General del Partido Comunista del Uruguay en Argentina y, por medio de esta columna para Nuestra Propuesta, se refiere al nuevo aniversario de esta fuerza hermana, repasa su historia revolucionaria y destaca los principales desafíos que afronta en la coyuntura, con el regreso del Frente Amplio al gobierno.
Queridos camaradas del PCA. En este día especial para los comunistas y revolucionarios de Uruguay, de América Latina y el mundo, levantamos las banderas recordando siempre nuestra historia que se enmarca en la resistencia de los charrúas y otros pueblos originarios a las primeras invasiones españolas, en la gran batalla de San Gabriel, de Zapicán contra Ortíz de Zárate, en la gesta artiguista contra las invasiones portuguesas y su lucha emancipadora contra las oligarquías rioplatenses. Se inscribe en las inmigraciones europeas portadoras del anarcosindicalismo luego de que el batllismo construyera los primeros esbozos de capitalismo. Se enmarca en el Partido Socialista iluminado por la Revolución Bolchevique y asumiendo lugar en la historia de esa clase obrera incipiente.
El 21 de septiembre de 1920 nace el glorioso Partido Comunista del Uruguay asumiendo la lucha de la clase obrera y el pueblo, enfrentando con mártires como Julia Scorino, entre otras y otros, la dictadura de Terra del 33. Cambiando la historia política del Uruguay cuando en el 16 Congreso del año 1955 asume la secretaría general Rodney Arismendi. Allí se sentaron las bases de la unidad social en la construcción clasista y unitaria de una sola central obrera para enfrentar las políticas del Imperio cuando en el 58 por primera vez, ganan las elecciones los blancos ruralistas y firman la primera carta de intención con el FMI, perdiendo el Uruguay la independencia económica.
En los primeros años de la década del 60, y con la Revolución Cubana alumbrando el continente, asumimos los desafíos de la batalla ideológica defendiendo nuestra propia teoría de la revolución uruguaya y continental. Pero también fuimos uno de los primeros en defender en todos los ámbitos a la Revolución Cubana.
Se logró la central única. Y esa misma unidad social dio causa a la unidad política luego del gran Congreso del Pueblo en agosto del 65 con la concreción del Frente de Izquierda de Liberación. Como represalia de la derecha fueron masacrados nuestros mártires estudiantiles Libertad Arce, Susana Pintos y Hugo de los Santos.
Luego con la embestida fascista de Pacheco por la agudización de la lucha de clases nace el Frente Amplio con un gran bautismo de masas. Sin dudas una gran fuerza de unidad política, más que de unidad ideológica, donde se juntaban por primera vez el Partido Comunista y el Demócrata Cristiano.
El 5 de febrero del 71 se enfrentó a las bandas fascistas, que asesinaron a los ocho camaradas de la Seccional 20. Cuando llegó el golpe de Estado del 73, donde se hicieron quince días de huelga general con tomas de lugares de trabajo y centros de estudio. El 9 de julio de ese año participaron de la huelga, que no tuvo detenidos, Rodney Arismendi y los generales frenteamplistas Seregni, Licandro y Sufriategui, entre otros
El PCU fue el principal partido de la resistencia, ya que el MLN Tupamaros fue derrotado militarmente, encarcelados sus líderes y replegados al exterior. Vino el plan Morgan de la CIA y la dictadura para borrar al Partido Comunista por cincuenta años del Uruguay. La dictadura y la CIA trajeron represión, persecución, cárcel, torturas y exilio de nuestro partido desde el primer día con Ramón Peré, hasta abril del 84 con el último mártir de la dictadura, Vladimir Roslik.
La lucha del PCU y otras organizaciones, con el pueblo, produjeron la gesta del 30 de noviembre del 80 ganándole el plebiscito a la dictadura con el 65 por ciento de los votos. Con gran parte de la militancia clandestina, se ganó la interna del 82, se realizó la proclama del obelisco en el 83 y la vuelta de los exiliados, la salida de los presos y en noviembre del 84 se hicieron las elecciones, con el PCU y Arismendi proscriptos, lo mismo que el MLN y el general Seregni. Se vino la primavera democrática, donde los partidos de la derecha dejaron un tendal de genocidio social.
Desde el 84, pasamos los embates de la caída del Muro de Berlín y la crisis de los partidos comunistas y la izquierda mundial, con grandes secuelas políticas y económicas. Hoy, más allá de las contradicciones de un gobierno de coalición y movimiento como el del FA, junto al papel central del movimiento obrero y el pueblo estamos dando la batalla contra las cámaras empresariales y los poderes reales para que la disputa del gobierno se defina para el lado del pueblo.
Seguimos vivos y fuertes como aquellos grandes camaradas que en el año 1920 fundaron nuestro Partido, que se apronta el próximo diciembre a otro gran Congreso, pensando y acumulando para esa democracia avanzada como vía de aproximación al socialismo y llevando en alto las banderas que nos legaron nuestros grandes hombres y mujeres, nuestros mártires.
Sin duda que el PCU es la piedra angular de la revolución en el Uruguay, como lo dijera el gran Rodney Arismendi.
Salud camaradas del PCA y nuestro agradecimiento de siempre por su solidaridad e internacionalismo proletario.
¡Viva el internacionalismo antiimperialista!
¡Vivan los partidos comunistas latinoamericanos!
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