Hoy, con tristeza, despedimos a la gran luchadora Vera Vigevani de Jarach, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y sobreviviente del Holocausto.
Vera nació en Milán, Italia, el 5 de marzo de 1928. Cuando tenía 11 años, desde la Italia fascista de Mussolini, junto a su familia, decidieron escapar y emigrar a la Argentina por la persecución a su origen judío.
Su abuelo materno, quien debió quedarse en Italia, fue deportado y asesinado en el campo de concentración de Auschwitz. Vera fue escritora y periodista y desarrolló su carrera en la agencia italiana Ansa durante cuarenta años. Pero sobre todas las cosas fue una infatigable luchadora antifascista y una consecuente defensora de los derechos humanos hasta el último día de su vida.
De hecho, participó de varias de las actividades en defensa de los Derechos Humanos que se intensificaron con la llegada del gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel a partir de sus discursos y acciones negacionistas o directamente apologistas de los crímenes de lesa humanidad de la última dictadura cívico-militar. Ante el vaciamiento de los sitios de Memoria dijo en febrero de este año: “los convocamos a defender la democracia y, con ella, la memoria, la verdad y la justicia y los derechos que tanto nos costó conseguir”. Con plena conciencia de lo que se está jugando en nuestro país, agregó: “Llamamos a todos a hacer realidad la unidad que necesitamos para enfrentar el fascismo y el racismo de Milei”. Y tras remarcar que “hay una peligrosa vuelta al fascismo en todo el mundo” manifestó que “es clave la participación de la juventud porque el futuro es hoy”.
Vera se casó en 1949 con Jorge Jarach, estudiante de ingeniería y en el año 1957 nació su hija Franca, quien fue una destacada alumna del Nacional Buenos Aires y militante de la Unión de Estudiantes Secundarios y de la juventud peronista.
Con apenas 18 años Franca fue secuestrada por las fuerzas represivas, detenida y torturada en la Esma. Se sospecha que fue víctima de los vuelos de la muerte.
Desde entonces, su madre luchó por Memoria, Verdad y Justicia, se integró a las Madres de Plaza de Mayo y siempre recordaba que “si no hay memoria colectiva, las tragedias pueden repetirse”. Tal era su preocupación que insistía una y otra vez que a la consigna Nunca Más debía agregársele la consigna “Nunca Más el silencio".
El año pasado Vera Jarach tramitó y obtuvo su ciudadanía argentina. “Decidí que esta deuda debía ser saldada”, aseguró entonces reafirmando formalmente el amor que siempre le tuvo al pueblo argentino, su pueblo. Hoy, a sus 97 años se fue una de las militantes más consecuentes que conoció nuestro país, Una compañera imprescindible en la defensa de los derechos humanos, En el combate al olvido y al silencio. Hoy, para abrazarla, la estarán esperando otras madres luchadoras como Norita Cortiñas, Hebe de Bonafini, Clara Israel, entre tantas otras. ¡Hasta Siempre Vera querida! Tu ejemplo vivirá y vencerá.