Con esta frase el Parido Comunista del Perú Patria Roja demandó justicia para Eduardo Mauricio Ruiz Sanz, quien fue asesinado por la policía, la semana pasada, cuando participaba de las masivas protestas contra el régimen que encabeza José Jerí.
“La sangre del pueblo no se olvida”, demandó el Parido Comunista del Perú Patria Roja (PCP-PR), al exigir justicia para Eduardo Mauricio Ruiz Sanz, asesinado por personal policial que reprimió la Marcha Nacional que se llevó a cabo el miércoles pasado en Lima. Durante esa jornada hubo también más de un centenar de personas heridas. Por el crimen de Ruiz Sanz, en el Congreso fue presentada una moción de censura contra el recién asumido presidente José Jerí y la Mesa Directiva del Poder Legislativo, impulsada por Pasión Dávila, quien integra la bancada socialista.
Por su parte, en este contexto, el PCP-PR hizo público su repudio a la criminalización de la protesta, tras lo que expresó su solidaridad “con la familia, amigos y compañeros de Eduardo Mauricio, joven del pueblo asesinado al ejercer su derecho legítimo a protestar” y al respecto subrayó que “su muerte nos duele y nos convoca a la reflexión y a la acción”, ya que “este crimen no puede quedar impune”. Y, sin dudarlo señaló que “hay plena responsabilidad del continuista Jerí y de la coalición mafiosa enquistada en el Congreso”.
También rechazó la versión sobre lo sucedido que intentaron imponer las autoridades del Legislativo, quienes responsabilizan a los manifestantes por la violencia desatada. “Repudiamos el comunicado del Congreso que, de manera cobarde y falsa, responsabiliza a los manifestantes por los actos de violencia ocurridos”, sostiene y añade que “ese vergonzoso documento pretende encubrir la brutal represión estatal y desviar la atención del verdadero crimen: el asesinato de un ciudadano que luchaba por un país más justo”.
Asimismo, recuerdó que el crimen de Ruiz Sanz no es un hecho aislado, sino “consecuencia de una política represiva que busca acallar a un pueblo que exige justicia, democracia y dignidad por parte un Estado neoliberal que protege a los poderosos mientras reprime a los que luchan”. Por lo que convocó “a las fuerzas populares, juveniles y democráticas a mantenerse firmes en la calle y en la organización, porque no podemos permitir que la impunidad y la corrupción sigan gobernando”.
En este sentido, el PCP-PR subrayó también que “las mafias del Congreso y del Ejecutivo pretenden perpetuar el modelo neoliberal de saqueo y exclusión, profundizando la crisis moral y política del país”, por eso “llamamos a la más amplia unidad popular para abrir camino hacia una nueva república con justicia social, democracia real y regeneración moral”, para poder construir un “gobierno de legitimidad popular y regeneración moral”.
Como se recordará, el jueves 9 de octubre, el Parlamento aprobó por unanimidad la vacancia de Dina Boluarte, quien había asumido la presidencia en diciembre de 2022 como consecuencia del derrocamiento de Pedro Castillo. El Congreso la separó del cargo por “incapacidad moral permanente” y al día siguiente puso en la Casa de Pizarro a Jerí que hasta entonces presidía el Legislativo y que, a menos de una semana de su investidura, enfrenta una moción de censura que cuenta con el aval una veintena de congresales.
De todos modos, el jueves pasado Jerí recalcó que no piensa renunciar y para sostenerse cuenta con el apoyo de la mayoría de derecha encabezada por el fujimorismo que, al menos por ahora, neutralizó la moción de censura. Mientras tanto en la capital peruana como en las principales ciudades del país, no cesan las marchas en las que se multiplican consignas que explican con elocuencia qué es lo que pasa en Perú: “Dina asesina, Jerí violador”, “Fuera el pacto mafioso” y “Dina y Jerí, la misma porquería”.