Falleció Miryam Kurganoff de Gorban, una militante del Partido Comunista de vasta trayectoria y referente indiscutida de la lucha por la Soberanía Alimentaria a nivel global. Una vida rica y enriquecedora, una camarada tenaz e incansable.
Ayer falleció Miryam Kurganoff de Gorban, una militante del Partido Comunista de vasta trayectoria y referente indiscutida de la lucha por la Soberanía Alimentaria a nivel global, además de docente y nutricionista, que había nacido en la localidad santafecina de Ceres el 9 de diciembre de 1931, formándose como dietista, profesión desde la que delineó una trayectoria profesional y política al servicio del pueblo.
Su vida profesional la llevó a trabajar en el Sanatorio Güemes junto a René Favaloro, al tiempo que desempeñó un papel relevante como jefa de Alimentación en diferentes nosocomios del sistema público, tarea que siembre imbricó con la lucha por el derecho humano a contar con una alimentación saludable, digna y soberana.
Y en ese camino siempre estuvo del lado correcto. Su clara posición como militante comunista, varias veces la llevó a sufrir persecución, que durante la última dictadura cívico-militar se transformó prisión.
Ya al promediar la década de los 90, Kita fue representante de Argentina en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación que organizó la FAO y, desde entonces, la conceptualización de la Soberanía Alimentaria signó la lucha que la condujo desde la academia al movimiento social, donde articuló con el campesinado empobrecido y con todos aquellos que pelean por el inalienable derecho que le asiste a los pueblos a decidir qué alimentos producir, pero también cómo distribuirlos y consumirlos.
Precisamente en ese camino es que participó en la propia génesis de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria en la Facultad de Medicina de la UBA, de la que fue fundadora y coordinadora. Desde ese espacio, Kita fue clave para la formación de varias generaciones de profesionales de la salud, desde una mirada crítica y a la vez reflexiva sobre el sistema alimentario y los factores que inciden en él.
Durante los últimos años fue asesora del Ministerio de Ambiente bonaerense y no casualmente se denomina “Miryam Kita Gorban” el Programa Provincial que promueve la agroecología y la soberanía alimentaria por medio de de la creación de huertas urbanas comunitarias, proporcionando semillas, capacitación y acompañamiento para la instalación de huertas en parques, escuelas y espacios comunitarios; al tiempo que fomenta la producción de alimentos saludables y la participación social.
A lo largo de su rica trayectoria profesional, recibió entre otros reconocimientos, el título de Doctora Honoris Causa por la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Rosario y la Universidad Nacional de La Plata. Y hace cinco años, la Legislatura de Ciudad de Buenos Aires, la declaró Personalidad Destacada de los Derechos Humanos.
Miryam Kurganoff de Gorban, nuestra entrañable Kita, fue una profesional e intelectual orgánica del Partido Comunista y en cada acto de vida hizo política. Falleció ayer dejando un enriquecedor legado, una huella que muchos recorrieron tras ella y que seguramente no se va a agotar con su partida, porque aquel que ayudó a construir es un camino militante y colectivo, un derrotero que aportó a acercar un poco más el horizonte de un mundo mejor, de una sociedad comunista.
Recordamos tu sonrisa, tu palabra clara precisa y, ante todo, sensible. Recordamos tu reflexión aguda y tu incansable fervor militante. Hasta la victoria siempre, Kita. Sembraste revolución.